Los fondos indexados (ETF’s) podríamos decir que son como los electrodomésticos fabricados en China de forma masiva, que intentan replicar en apariencia a los marcas consolidadas. Su punto fuerte es el precio, debido a que recortan en la calidad y mano de obra. No tienen servicio de montaje a domicilio, ni servicio técnico.
Aplicando este concepto a los ETF’s, consisten simplemente en un ordenador que intenta replicar el índice de referencia, esto implica que al no tener manager ni equipo de analistas que gestionen activamente el fondo, no pueden anticiparse ni responder a los constantes cambios del mercado. Además, no tienes el asesoramiento de asesores profesionales expertos en inversión, que te diseñen la estrategia a medida de tu perfil de inversor, teniendo en cuenta tu situación financiera, nivel de riesgo que puedes asumir, rentabilidad esperada/deseada y horizonte temporal más apropiado. Esto corresponde al servicio de montaje a domicilio y servicio técnico.
Siguiendo con el ejemplo anterior, podemos decir que los fondos gestionados, son fabricados por ingenieros especializados (expertos profesionales), buscando un producto de buen rendimiento y durabilidad. Disponen de un manager y equipo de analistas que intentan batir al índice, no replicarlo, su punto fuerte es la calidad, Know-how y sostenibilidad.
Esta mano de obra cualificada, supone lógicamente que el fondo gestionado tenga un coste. Pero lo determinante a la hora de decidir cómo invertir, no debería de ser el coste, sino la rentabilidad y el rendimiento que vas a obtener de la inversión.
Los fondos de inversión gestionados ofrecen la oportunidad de obtener rendimientos superiores mediante la gestión activa. Según datos publicados en los últimos 10 años, si comparamos un fondo indexado vs. el ETF correspondiente (hasta 2024) el rendimiento fue de 336% (fondo indexado) y el del índice 306% (ETF).